HUIDA A EGIPTO

Esta obra pertenece al Trecento. Es una pintura religiosa. Su cronología fue 1302-1305. El autor de la obra es Giotto di Bondone. Se usa la técnica de fresco.
 El autor, Giotto, es un pintor italiano que, por primera vez, da importancia al espacio, a la naturaleza y los hombres que habitan en ella. El estilo en el que nos encontramos es el Trecento Italiano Gótico, que se va alejando de los modos bizantinos de una manera muy revolucionaria. La pintura está realizada sobre la pared interior de la capilla Scrovegni de Padua, además se usa la técnica de la pintura al fresco.

En esta época surge una nueva clase social, la burguesía, que compra obras para aumentar su prestigio. Esta obra se puede identificar con un nuevo arte urbano, que se expone en catedrales, ayuntamientos, lonjas y palacios. Y es que la sociedad está cambiando pues, aun siendo todavía teocéntrica y cristiana, cambia su sensibilidad religiosa, en gran parte influenciada por las nuevas órdenes mendicantes, y la creación de universidades. Vemos la eliminación de aspectos como la frontalidad, optando por figuras más volumétricas y con más movimiento y posiciones.

Su tema es religioso, cuenta un pasaje del evangelio de la Biblia de San Mateo. Los personajes son la sagrada familia; la virgen María, José y el Niño, recién nacido, que, anunciados por un ángel, huyen a Egipto frente al rey Herodes, que quería asesinar al hijo de Dios.

Su composición es central, es decir, la pintura nos conduce a la zona central de la pintura que se encuadra en un triángulo equilátero en el que se colocan a la virgen María, Jesús y la montaña detrás de ellos. Podemos observar cierta perspectiva jerárquica en la virgen maría puesto que, presenta un tamaño grande comparado con el resto de las figuras.

Tiene, por tanto, de una composición simétrica. Los personajes están colocados en un friso, con un claro sentido de avance hacia la derecha, aportan dinamismo a la escena.

En el cuadro, predomina el color sobre la línea. También se produce un enriquecimiento de la gama de los colores, puesto que el gótico es más naturalista y se aumentaba la gradación tonal. Los colores son vivos y volumétricos, y se usa el color azul para el cielo de fondo, esto será una característica de Giotto.

La luz, ayuda a crear volumen en las figuras, usando para ellos claroscuros que crea luces y sombras.


El fondo, por primera vez, posee una perspectiva visual que será el inicio de una evolución que llevará hasta el Renacimiento. No vemos espacios vacíos pues encontramos montañas, árboles asemejándose a la realidad todo lo posible y las figuras se tocan unas a otras, creando una fila de imágenes. También se usa la técnica del escorzo, técnica según la cual podemos sacar figuras del fondo del cuadro hacia el espectador, creando la sensación de perspectiva en el fondo.
Las figuras son volumétricas, mucho más realistas de lo que sucedía en periodos anteriores, con un canon ancho.
Las expresiones son muy importantes en el cuadro y se entrelazan unas a otras, eliminado la isocefalia y el estatismo.


Giotto es perteneciente a la escuela florentina del Trecento e introduce novedades pictóricas que se observan en este cuadro. Los cuerpos con amplias túnicas tienen volumen a lo que contribuyen las diferencias de tonos. Intento de crear un espacio más real con la luz natural. Este espacio sustituye los fondos dorados de tradición bizantina, además se puede ver figuras con escorzos como el ángel. Se insinúa el movimiento mediante detalles como la pata del asno, la mirada de la virgen hacia delante y la de José hacia atrás, el brazo del ángel o del joven vestido de verde, es un movimiento hacia delante. Diversidad de actitudes y gestos, como la mirada de la virgen y además se introducen los escorzos. Mantiene ciertos aspectos de influencia bizantina; rostros ovalados y ojos almendrados.



Lidia Vázquez Campos

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