La elevación de la cruz es un tríptico pintado por el artista flamenco Peter Paul Rubens, completado en 1610-1611.
Rubens pintó La Elevación de la Cruz a su regreso a Flandes después de haber estado en Italia. La obra muestra una clara influencia del Renacimiento italiano y de artistas Barrocos
El escorzo de Miguel Ángel es evidente en las contorsiones de los hombres que se esfuerzan en colocar las correas. Cristo corta el panel central en una diagonal, en un estilo similar a El Entierro de Cristo de Caravaggio, donde tanto el descenso como el ascenso están en juego en un momento clave. Movimiento, espacio y tiempo se muestran junto con la lucha por poner en posición vertical a Cristo. Rubens utiliza el color dinámico y el claroscuro con valentía, un estilo que va a ser más sutil con el tiempo.
Rubens pintó La Elevación de la Cruz a su regreso a Flandes después de haber estado en Italia. La obra muestra una clara influencia del Renacimiento italiano y de artistas Barrocos
El escorzo de Miguel Ángel es evidente en las contorsiones de los hombres que se esfuerzan en colocar las correas. Cristo corta el panel central en una diagonal, en un estilo similar a El Entierro de Cristo de Caravaggio, donde tanto el descenso como el ascenso están en juego en un momento clave. Movimiento, espacio y tiempo se muestran junto con la lucha por poner en posición vertical a Cristo. Rubens utiliza el color dinámico y el claroscuro con valentía, un estilo que va a ser más sutil con el tiempo.
La pintura se localiza en la Catedral de Nuestra Señora en Amberes, Bélgica, junto con otras obras de Rubens. Bajo el reinado de Napoleón, el emperador se llevó a París la pintura, junto con otra obra de Rubens, El Descendimiento de la Cruz. Las pinturas fueron devueltas a la catedral a finales de 1800.
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