🔸Kuros de Tenea🔸-- Coral Perez Doello 2 Bach B

🔸Kuros de Tenea🔸

Realizado por Coral Perez Doello
de la clase 2 Bach B


Es el Kuros de Tenea o, como también se le conoce, Apolo de Tenea, su autor fue algún artista de los talleres de Corinto, fue esculpida entre el año 575 – 550 a. C. Se encontró en el antiguo cementerio de Tenea en el año 1846.

Forma parte de la etapa arcaica del arte griego, se esculpió en piedra caliza y mármol y es de gran tamaño. Los kuros eran representaciones de figura completa de los atletas triunfadores en los juegos. Se muestran al desnudo, con larga cabellera terminada en rizos sobre la frente. Sonrisa arcaica que no estaba dentro del hieratismo y la rigidez, sus brazos están pegados al cuerpo y adelanta una pierna, aunque la planta de los pies estén pegadas al suelo.

 Este tipo de escultura está pensada para ser vista de frente (frontalidad), quedando el cuerpo dividido en dos mitades simétricas. Cumple con la característica estatua-cubo, brazos y piernas pegados al cuerpo, aunque en este ejemplo se adelanta una pierna, encontrándose en reposo.


Podemos observar rasgos son orientalizantes (ojos ovalados) y una anatomía basada en líneas geométricas (volutas para las orejas, óvalos en los ojos, líneas triangulares en las rodillas…), además su tórax abombado y un abdomen reducido, haciéndolo desproporcionado. Otra cosa que podemos observar es su cabello, ya que sigue un orden y patrón de pequeños cuadrados. Todos estos rasgos y características dan como resultado esculturas planas.


Dado a todas las características anteriores es una escultura que expresa sensación de fortaleza y plenitud física del joven triunfador por su sonrisa arcaica, aunque no expresa sentimiento alguno (hieratismo). Preserva su color de blanco hueso del mármol y carece de pinturas o decoración alguna más que los detalles del cabello.

Se crearon en una etapa de formación de los ideales griegos. Los pueblos que llegaban a la zona aportaban sus características a esta formación: los dorios, los Jonios y los aqueos; todos procedentes de Asia.

La evolución política y social en esos momentos provocó un cambio en la estética, haciendo que decaiga la típica escultura religiosa, y se renueve apareciendo los dioses representados como hombres, sin divinidad, realizando acciones humanas. En las plazas públicas se podían ver las estatuas de dioses y atletas, como manera de entretenimiento.

Llevando consigo también la aparición de grupos escultóricos que desarrollarán escenas, así como los retratos y un mayor dramatismo en el cuerpo y el rostro, además de que el escorzo es más movido, no como en nuestra estatua.

Desde mi punto de vista es una de las estatuas más frías que he visto, me expresa rigidez e incomodidad debido a su sonrisa arcaica y su falta de movimiento, haciéndolo parecer más a parecer otro ser antes de un humano, ya que opino que la belleza del hombre está en el movimiento, en dejarse caer sobre algo o mostrar en su cara sentimientos inexpresables.


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